El clarinete pertenece a la familia de viento madera, junto con la flauta, el oboe y el fagot. Su cuerpo de manera está hecho tradicionalmente de ébano y tiene una caña con la que se reproduce el sonido.
El clarinete es un instrumento ágil que permite variedad de registro, posibilidad de ornamentos y gran variedad de matices con su timbre. El clarinete también tiene variedad de registros como el soprano o el bajo.
El clarinete es un instrumento antiguo que parece ser que ya existía en el medio oriente. En Europa, en los siglos XV-XVI, se creó el Salmoé, un instrumento con 7 agujeros que fue evolucionando con el sistema de llaves entre finales del s. XVII – XVIII, momento en que nace el primer clarinete gracias a Denner. Con el tiempo, fueron añadiendo llaves para mejorar el registro del instrumento y rellenar algunos huecos de la extensión. En el 1791, aparece el primer clarinete con una extensión completa de dos octavas y media, justo el mismo año que aparece el primer puesto de profesor en el Conservatorio de París y también, el mismo año que Mozart escribió el famoso concierto para Clarinete.
El clarinete fue acogido rápidamente por las orquestas y se adaptó a la sección de los vientos. Mozart le encantaba el sonido y escribió muchas piezas para el instrumento. A partir de Beethoven, el instrumento cogió un papel imprescindible en cualquier orquestra.
Años después, el clarinete ha ocupado su espacio en el mundo del jazz con agrupaciones del estilo.
