La trompeta es un instrumento musical de viento metal que emite el sonido gracias a los labios y su boquilla. La trompeta actual suele estar fabricada de latón y puede ser cubierta de plata, níquel, oro o cobre. Su extensión es de dos octavas y media.
El origen de la trompeta nos lleva hasta las civilizaciones antiguas cuando usaban el cuerno de buey o similar para entierros, rituales, para transmitir señales o para la caza.
La primera trompeta apareció sin boquilla y de metal. Los egipcios atribuían su invención al dios Osiris y se denominaban Sneb. La prueba de ello es que se encontraron dos trompetas en la tumba del faraón Tutankamon del siglo XIV antes de Cristo.
Ejemplos en la actualidad: de bronca en el Museo Británico, en el Museo Louvre.
La cultura china contribuyó al desarrollo de la trompeta modificando con tubos cónicos encajados telescópicamente.
En la Edad Media, la trompeta siguió siendo utilizada en batalles y ceremonias y en esta época, tuvo mucho éxito con los nobles ya que era un instrumento muy sonoro. Hasta entonces, la trompeta era recta y a partir de finales del s. XIV, deja de ser recta tomando forma de S y posteriormente, llegando a la forma actual.
En el Barroco, denominaron la trompeta como trompeta natural con obres de Monteverdi, Lully, Purcell, Bach i Händel. A partir del s. XVII, la trompeta empieza a ser protagonista en agrupaciones orquestales.
Hacia 1815 se inventó el sistema de los pistones que permitieron facilitar la ejecución del instrumento eliminando muchas limitaciones de la trompeta natural gracias a Blühmel y Stölzel.
Wagner revolucionó el mundo de la trompeta porque normalmente se solían poner 2 trompetas en las orquestas hasta que él incluyó 12 trompetas en Tannhaüser y que ha sido toda una influencia para compositores posteriores.